Johannes Brahms

Johannes Brahms primeros años de su vida

Ampliamente considerado como uno de los más grandes compositores del siglo XIX y uno de los músicos más destacados de la época romántica, Johannes Brahms nació el 07 de mayo 1833, en Hamburgo, Alemania.

La música se introdujo en su vida a una edad temprana. Su padre era contrabajista en orquestinas callejeras de Hamburgo e impartía clases de solfeo al pequeño Brahms, pronto se daría cuenta de la valía del joven para la música y pondría a Brahms bajo la docencia de Otto Cossel que consiguió que el chico tocara el piano a la temprana edad de 7 años. Cossel hizo salir todo el potencial del chaval, que aprendería rápidamente a tocar el violín, el violonchelo y la trompa.

Al poco tiempo comenzaría a dar clases con Eduard Marscsen sobre teoría musical y piano. Marscsen estaba convencido de que Brahms era algo especial. En 1847, cuando supo de la muerte de Mendelssohn, expresó lo siguiente:

«Ha desaparecido un gran maestro del arte; surge uno más grande con Brahms».

Aprendió tan rápidamente, que pronto comenzaría el mismo a dar clases particulares, y a tocar en los bares, cafés y burdeles del puerto para poder ganarse la vida, además de tocar en alguna banda callejera con su padre.

El mismo diría sobre su juventud:

“Ya entonces componía en secreto, pero únicamente podía hacerlo por la mañana, muy temprano, ya que durante el día tenía que arreglar marchas para las bandas y charangas, y por la noche tocaba en las tabernas”.

Johannes Brahms.

Cuando tenía 16 años conoció al violista húngaro Eduard Reményi, ambos artistas congeniaron a la perfección y no tardaría en formar un dúo y realizar giras por algunas ciudades alemanas. Brahms ganó así una experiencia increíble y conoció un tipo de música que más tarde le sirvió para componer sus famosas Danzas Húngaras. Disponía también de una gran repertorio clásico y pronto demostraría ser un portento de la naturaleza, pues tocaba de memoria, sin partitura, obras de Bach, Beethoven, Mendelssohn, Liszt, etc. Incluso una vez, llegó a transportar toda la Sonata Kreutzer de Beethoven, al darse cuenta que la afinación de su piano estaba medio tono por debajo de la afinación del violín de Reményi. ¡Todo un portento nuestro Brahms!

A la edad de 20 años, Brahms ya había compuesto varias obras importantes para piano, incluso el Scherzo en mi bemol menor, la Sonata para piano en do mayor y la Sonata para piano en fa menor, se trataba de obras serias y densas, carentes de encanto pero llenas de grandeza.

Con algunas cartas de recomendación, en el año 1853, Brahms viaja para conocer a Fran Liszt y Robert Schumann, si bien es cierto que el encuentro con Liszt no fue nada bien, conocer a Shumann fue todo un impulso en su carrera musical. Los dos hombres rápidamente crecieron cerca, Schumann vio en seguida en Brahms una gran esperanza para el futuro de la música. Llamó a Brahms un genio y elogió el «aguilucho» públicamente en un artículo famoso. Las palabras amables rápidamente hicieron del joven compositor una entidad conocida en el mundo de la música.

Pero este mundo de la música también estaba en una encrucijada. Compositores modernistas como Franz Liszt y Richard Wagner, los principales rostros de la «Nueva Escuela Alemana» reprendieron los sonidos más tradicionales de Schumann, y a su vez Brahms reprendía las composiciones de Liszt y Wagner al no respetar las normas de la composición, hasta tal punto que la desaprobación recíproca entre Wagner y Brahms les llevaría a ser enemigos.

En 1854 Schumann cayó enfermo. En una señal de su estrecha amistad con su mentor y su familia, Brahmsayudó a la esposa de Schumann, Clara, con la gestión de sus asuntos domésticos, estando junto a ella incluso cuando Schumann inentara suicidarse. Historiadores de la música creen que Brahms pronto se enamoró de Clara, a pesar de que no parece haber correspondido su admiración. Incluso después de la muerte de Schumann en 1856, los dos fueron solamente amigos.

Por esta época, Liszt que se ufanaba de actuar como protector de los compositores jóvenes, llevó al piano el manuscrito de Brahms y ejecutó inmediatamente el Scherzo en mi bemol menor y parte de la Sonata en do mayor. Al margen de lo que Brahms opinase sobre Liszt como compositor, lo admiraba como pianista, y llegando a decir de él:

«Otros podemos tocar el piano, pero a lo sumo tenemos unos pocos dedos de sus manos».

Johannes Brahms.

En los próximos años, Brahms ocupó varios cargos diferentes, incluyendo un coro de mujeres en Hamburgo, del que fue nombrado director en el 1859, además de continuar componiendo su propia música. Su composición en esta época incluye «String Sextet in B- flat Major»(escúchala pinchando aquí) «Concierto para piano N º 1 en re menor» (escúchala pinchando aquí).

Johannes Brahms en Viena

Si hay algo que no podemos obviar en la biografía de Brahms es su vida en Viena. En 1862, hizo su primera visita a Viena, y en 1863 fue nombrado director de la Singakademie, un grupo coral, donde se concentró en obras a capella históricas y modernas.

En 1868, tras la muerte de su madre, acabó «A German Requiem», una composición basada en textos bíblicos y, a menudo citada como una de las piezas más importantes de la música coral creada en el siglo XIX. La pieza reúne múltiples capas de coro mixto, voces solistas y una orquesta completa. Las composiciones de Brahms de este periodo incluyen valses y dos volúmenes de «Danzas húngaras» para piano a cuatro manos.

Disfrutó de un éxito constante en Viena. A principios de la década de 1870 fue director titular de la Sociedad de Amigos de la Música, llegando a dirigir la Orquesta Filarmónica de Viena durante tres temporadas.

El sucesor de Beethoven, o al menos, era así como se le saludaba, no aceptaba competir con el más grande sinfonista de todos los tiempos, al menos mientras no estuviese seguro de su dominio del medio. «Componer una sinfonía no es broma, ustedes no tienen ni idea de lo que uno siente cuando oye detrás el retumbo de los pasos de un gingante como Beethoven», decía Brahms a los amigos que insistían en que crease una obra de ese género.En 1876, presentó su Primera Sinfonía en la que había trabajado durante años, tras la primera, siguió con otra sinfonía y después con una obra maestra tras otra.

Durante la década de 1880, uno de lo mayores intérpretes de la música de Brahms fue Hans von Bülow, que había asumido la dirección de la Orquesta de Meiningen, con la que realizó constantes giras y en las que siempre incluía la obra de Brahms, un gran amigo para el director. No obstante, la amistad no tardaría en romperse, ya que Brahms llegó a Hamburgo unos días antes del estreno de su 4ª sinfonía y dirigió el estreno arrebatándole la batuta a Bülow, sintiéndose este ofendido e insultado renunció a su cargo como director y se enemistó con el compositor (no sería el único amigo que perdería Brahms por su gran falta de tacto).

Brahms nunca se casaría y viviría en Viena durante el resto de su vida. Después de su intento fallido de hacer de Clara Schumann su amante, pasó a tener una pequeña cadena de relaciones. Incluyendo un romance con Agathe von Siebold en 1858.

Frédéric Chopin

(Fryderyk Franciszek Chopin; Zelazowa Wola, actual Polonia, 1810-París, 1849) Compositor y pianista polaco. Si el piano es el instrumento romántico por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin: en el extremo opuesto del pianismo orquestal de su contemporáneo Liszt -representante de la faceta más extrovertida y apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo-, el compositor polaco exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado. Pocos son los músicos que, a través de la exploración de los recursos tímbricos y dinámicos del piano, han hecho «cantar» al instrumento con la maestría con qué él lo hizo. Y es que el canto constituía precisamente la base, la esencia, de su estilo como intérprete y como compositor.

Hijo de un maestro francés emigrado a Polonia, Chopin fue un niño prodigio que desde los seis años empezó a frecuentar los grandes salones de la aristocracia y la burguesía polacas, donde suscitó el asombro de los asistentes gracias a su sorprendente talento. De esa época datan también sus primeras incursiones en la composición.

Wojciech Zywny fue su primer maestro, al que siguió Jozef Elsner, director de la Escuela de Música de Varsovia. Sus valiosas enseñanzas proporcionaron una sólida base teórica y técnica al talento del muchacho, quien desde 1829 emprendió su carrera profesional como solista con una serie de conciertos en Viena.

El fracaso de la revolución polaca de 1830 contra el poder ruso provocó su exilio en Francia, donde muy pronto se dio a conocer como pianista y compositor, hasta convertirse en el favorito de los grandes salones parisinos. En ellos conoció a algunos de los mejores compositores de su tiempo, como Berlioz, Rossini, Cherubini y Bellini, y también, en 1836, a la que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la escritora George Sand.

Por su índole novelesco y lo incompatible de los caracteres de uno y otro, su relación se ha prestado a infinidad de interpretaciones. Se separaron en 1847. Para entonces Chopin se hallaba gravemente afectado por la tuberculosis que apenas dos años más tarde lo llevaría a la tumba. En 1848 realizó aún una última gira de conciertos por Inglaterra y Escocia, que se saldó con un extraordinario éxito.

Excepto los dos juveniles conciertos para piano y alguna otra obra concertante (Fantasía sobre aires polacos Op. 13, Krakowiak Op. 14) o camerística (Sonata para violoncelo y piano), toda la producción de Chopin está dirigida a su instrumento musical, el piano, del que fue un virtuoso incomparable. Sin embargo, su música dista de ser un mero vehículo de lucimiento para este mismo virtuosismo: en sus composiciones hay mucho de la tradición clásica, de Mozart y Beethoven, y también algo de Bach, lo que confiere a sus obras una envergadura técnica y formal que no se encuentra en otros compositores contemporáneos, más afectos a la estética de salón.

La melodía de los operistas italianos, con Bellini en primer lugar, y el folclor de su tierra natal polaca, evidente en sus series de mazurcas y polonesas, son otras influencias que otorgan a su música su peculiar e inimitable fisonomía.

A todo ello hay que añadir la propia personalidad del músico, que si bien en una primera etapa cultivó las formas clásicas (Sonata núm. 1, los dos conciertos para piano), a partir de mediados de la década de 1830 prefirió otras formas más libres y simples, como los impromptus, preludios, fantasías, scherzi y danzas.

Son obras éstas tan brillantes -si no más- como las de sus predecesores John Field y Carl Maria von Weber, pero que no buscan tanto la brillantez en sí misma como la expresión de un ideal secreto; música de salón que sobrepasa los criterios estéticos de un momento histórico determinado. Sus poéticos nocturnos constituyen una excelente prueba de ello: de exquisito refinamiento expresivo, tienen una calidad lírica difícilmente explicable con palabras.

Información de biografiasyvidas.com

Robert Schumann

Robert Schumann (Zwickau, 8 de junio de 1810 – Endenich, hoy en día Bonn, 29 de julio de 1856) fue un compositor y crítico musical alemán del siglo XIX. Es considerado uno de los más grandes y representativos compositores del Romanticismo musical.

Su vida y obra reflejan en su máxima expresión la naturaleza del Romanticismo: pasión, drama y alegría. En sus obras, de gran intensidad lírica, confluyen una notable complejidad musical con la íntima unión de música y texto.

Su nombre completo era Robert Alexander Schumann.1 Nació en la ciudad alemana de Zwickau, en el actual estado federal de Sajonia. De niño Schumann ya puso de manifiesto sus dotes musicales. Su padre, de profesión editor, le apoyó y le procuró un profesor de piano. A los siete años Schumann compuso sus primeras piezas musicales.

Así, en esa etapa de su vida no sólo componía obras musicales, sino que también redactaba ensayos y poemas, y de hecho el joven Schumann se identifica tanto con la literatura como con la música. A los 14 años escribe un ensayo sobre la estética de la música. Ya desde que estudiaba en el colegio absorbe la obra de Schiller, Goethe, Lord Byron, así como los dramaturgos de la Grecia Clásica; pero la influencia literaria más poderosa y permanente es sin duda la de Johann Paul Friedrich Richter. Tal influencia puede apreciarse en sus novelas de juventud, «Juniusabende» y «Selene», de las cuales sólo la primera fue concluida (1826).

Su interés por la música había sido estimulado desde niño al escuchar tocar a Ignaz Moscheles en Carlsbad, y en 1827 a través de las obras de Franz Schubert y Felix Mendelssohn.

Su padre, que tanto había fomentado la educación de Robert como pianista y escritor, fallece en 1826;2 su madre no aprueba la dedicación a la carrera musical y en 1828 lo envía a estudiar Derecho a la Universidad de Leipzig. Pero no tardó en abandonar los estudios para consagrarse enteramente a la música.

El abandono de la carrera de concertista[editar]
Hacia 1830, Schumann deseaba por encima de todo convertirse en un virtuoso y admiraba la ejecución de los más renombrados concertistas de su época, como el celebérrimo violinista Niccolò Paganini, a quien escuchó en Fráncfort del Meno en la Semana Santa de 1830, y al también celebérrimo pianista Franz Liszt. Por tanto, el joven Schumann, de innegable talento como pianista, se empleó a fondo en perfeccionar su técnica de teclado, inventó un aparato por el cual conseguiría más control y agilidad en su cuarto dedo de la mano derecha; sin embargo cuando se lo quitó, su dedo estaba totalmente inutilizado, lo que le obligaría a abandonar su carrera como pianista y convertirse finalmente en uno de los más reconocidos compositores de su siglo.

Entre sus amigos se encontraba Friedrich Wieck (padre de Clara, su futura esposa), notable pedagogo musical, que le dio lecciones. Después de abandonar a Wieck prosiguió solo estudiando piano. Existen varias fuentes que difieren respecto a cómo dañó Schumann su mano derecha en 1830, siendo la más popular la de que para fortalecer el dedo anular ideó un aparato que de hecho lo inutilizó casi completamente (la musculatura del dedo anular está conectada al dedo corazón, convirtiéndolo en el dedo más débil). Otras fuentes citan una cirugía fallida, y otras los efectos secundarios de la medicación a base del tóxico mercurio para la sífilis. De cualquier modo, las esperanzas de Robert Schumann de emular a los virtuosos, o tan siquiera de llegar a destacar como concertista, se desvanecieron.

Desde su adolescencia Schumann había compaginado sus diversas actividades y estudios con la composición y ya había creado obras importantes, sobre todo para piano, pero también sinfónicas y de cámara. Desde ese momento se entrega con pasión a la composición, comienza a estudiar teoría con Heinrich Dorn, director de la ópera de Leipzig.

Compositor y crítico[editar]

Schumann en 1839.
En paralelo a su nueva actividad como compositor, iniciaba su obra de crítico musical, que generó una abundante producción literaria. Su excepcional formación y aptitud literaria se plasmaban en críticas musicales, en las que, a través de personajes imaginarios, profundizaba en las obras de sus contemporáneos. Un famoso ejemplo es su ensayo sobre las variaciones de Chopin sobre un tema de Don Juan, que apareció en el Allgemeine Musikalische Zeitung en 1831.

Su Opus 2 Papillons (Fr., «Mariposas») escrito en 1831 es otro ejemplo excepcional de la fusión entre literatura y composición musical de Schumann. Se trata de una composición para piano, que consta de varias escenas de danza inspiradas en una fiesta de disfraces. Cada danza trata de retratar a diferentes personajes y no guardan relación entre sí, excepto la última. Según escribiría el propio Schumann, está inspirada en la última escena de la obra Flegeljahre de Johann Paul Friedrich Richter y mezcla el carácter festivo con un extraordinario sentimiento melancólico.

La muerte en 1833 de su cuñada Rosalie y de su hermano Julius le causaron una crisis nerviosa. Las crisis, depresiones, periodos de reclusión completa etc. fueron frecuentes en la vida de Schumann y se acentuaron a partir de 1834, continuando en aumento hasta su muerte (incluso llegando a escuchar voces y experimentar alucinaciones). Este declive psíquico se relacionó inicialmente por los historiadores del siglo XIX con la sífilis (o con el desastroso tratamiento médico a base de mercurio, habitual en la época y casi peor que la enfermedad en sí), pero la posibilidad ha sido descartada debido a que los síntomas de desequilibrio mental de Robert Schumann ya eran evidentes desde su juventud, antes de que cualquier síntoma de la sífilis pudiera haberse manifestado. La teoría más aceptada actualmente es que padecía de trastorno bipolar (enfermedad maníaco-depresiva). Pero la gran intensidad creativa de Schumann se concentraba en sus periodos de lucidez, de forma admirable. Tan pronto como se restablecía de un período de enfermedad, se entregaba frenéticamente a la composición, trabajando de modo incansable. No sólo escribía las melodías principales ni se limitaba a las obras para piano, sino que pese a estar en un estado físico y mental muy degradado, escribía la instrumentación sinfónica completa de todas sus obras, hasta la extenuación.

Tras recobrarse de esta crisis, en 1834 fundaría la revista Neue Leipziger Zeitschrift für Musik, abanderada de las nuevas corrientes musicales defendidas por La Cofradía de David, que dirigió hasta el fin de su vida. Es en esta publicación donde da rienda suelta a su crítica musical, considerada en aquella época como excéntrica, pero que hoy día etiquetaríamos como visionaria. A principios del siglo XIX, compositores como Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven y Carl Maria von Weber eran vistos como figuras menores[cita requerida], por lo que se consideró una excentricidad que Schumann los elevara como grandes compositores, por no hablar de su aprecio a figuras contemporáneas, como Chopin o Héctor Berlioz. En esta nueva publicación, hizo todo esto y mucho más.

En el verano de 1834 se enamora de Ernestine von Fricken, una chica de 16 años con quien mantendría una breve relación que él mismo rompería al acabar el año. Es durante este flirteo cuando compone su obra más aclamada, Op. 9, Carnaval. Se trata de variaciones sobre las notas que componen la palabra Asch (pueblo natal de Ernestine) en la notación musical alemana. También son las letras con alguna nota equivalente en el propio apellido de Schumann. Cada variación comienza con esas notas y, más que nunca, Schumann emplea para la composición la ilustración musical de una historia, con personajes y guion bien definidos. Además consolida el formato de composición que ya inició en Papillons, creando temas muy breves y generalmente no relacionados entre sí, aunque estén inspirados en la misma escena literaria. La mayoría de las composiciones para piano de Schumann están formadas por movimientos que duran pocos minutos, o incluso menos de un minuto.

Conoció personalmente a Mendelssohn en casa de Friedrich Wieck en el año 1835 y le mostró su admiración; poco después conocería a Chopin. Durante toda su vida Schumann mostró hacia sus compañeros músicos una amistad sincera y una actitud de crítica constructiva, libre de rivalidades, algo poco frecuente en un crítico musical que también es compositor. Esta actitud abierta y generosa le permitió ser el «descubridor» de Johannes Brahms cuando éste sólo era un joven y desconocido pianista de 20 años. Brahms se convirtió en íntimo amigo de Schumann (y de su esposa Clara Wieck, especialmente en los años en los que la enfermedad de Schumann se agravó) y se vio claramente influido por su música.

Información de WikiPedia

Wolfgang Amadeus Mozart

Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozarta (Salzburgo, 27 de enero de 1756-Viena, 5 de diciembre de 1791), más conocido como Wolfgang Amadeus Mozart, fue un compositor y pianista austriaco, maestro del Clasicismo, considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia.

La obra mozartiana abarca todos los géneros musicales de su época e incluye más de seiscientas creaciones, en su mayoría reconocidas como obras maestras de la música sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral, logrando una popularidad y difusión internacional.

En su niñez más temprana en Salzburgo, Mozart mostró una capacidad prodigiosa en el dominio de instrumentos de teclado y del violín. Con tan solo cinco años ya componía obras musicales y sus interpretaciones eran del aprecio de la aristocracia y realeza europea. A los diecisiete años fue contratado como músico en la corte de Salzburgo, pero su inquietud le llevó a viajar en busca de una mejor posición, siempre componiendo de forma prolífica. Durante su visita a Viena en 1781, tras ser despedido de su puesto en la corte, decidió instalarse en esta ciudad donde alcanzó la fama que mantuvo el resto de su vida, a pesar de pasar por situaciones financieras difíciles. En sus años finales, compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas, así como su Réquiem. Las circunstancias de su temprana muerte han sido objeto de numerosas especulaciones y elevadas a la categoría de mito.

En palabras de críticos de música como Nicholas Till, Mozart siempre aprendía vorazmente de otros músicos y desarrolló un esplendor y una madurez de estilo que abarcó desde la luz y la elegancia, a la oscuridad y la pasión —todo bien fundado por una visión de la humanidad «redimida por el arte, perdonada y reconciliada con la naturaleza y lo absoluto»—.1 Su influencia en toda la música occidental posterior es profunda; Ludwig van Beethoven escribió sus primeras composiciones a la sombra de Mozart, de quien Joseph Haydn escribió que «la posteridad no verá tal talento otra vez en cien años»

Información de WikiPedia

David Garrett es violinista y modelo

David Garrett (nacido en 1981 en Aquisgrán, Alemania) es un violinista y modelo. Cuenta Pedro Luis Martín Olivares que recibió las primeras lecciones musicales de parte de su padre, que había comprado un violín para su hermano mayor cuando David sólo contaba cuatro años de edad. Le interesó y pronto aprendió a tocar. Enseguida se convirtió en alumno del conservatorio de Lübeck y más tarde fue a Berlín. Entre 1990 y 1991 tuvo como profesor a Zakhar Bron y desde 1992 a la violinista polaco-británica Ida Haendel.

A los trece años de edad firmó un contrato con la discográfica Deutsche Grammophon Gesellschaft, la cual según Pedro Luis Martín se asegura su exclusividad. También con esa edad fue cuando se decidió a cambiar su nombre artístico y tomó el apellido de su madre en vez del paterno.

Desde el año 1999, y contra el deseo de su padre, fue alumno de la prestigiosa Juilliard School, en la clase de Itzhak Perlman, para profundizar en sus conocimientos del violín. Salió graduado de allí en el año 2004.

Alega Pedro Luis Martín Olivares que Garrett toca alternativamente un violín de Antonio Stradivari de 1718 y uno de Giovanni Battista Guadagnini de 1772.

Mientras estudiaba en la Juilliard School en Nueva York, Garrett acompañó las clases con el trabajo de modelo para incrementar sus ganancias. Algunos críticos de moda le describen como el David Beckham de la escena clásica.

Johann Sebastian Bach

Johann Sebastian Bach (IPA /joˈhan/ o /ˈjoːhan zeˈbastjan ˈbax/ en alemán) (Eisenach, Turingia, 21 de marzo de 1685 – Leipzig, 28 de julio de 1750) fue un organista, clavecinista y compositor alemán de música del Barroco, miembro de una de las familias de músicos más extraordinarias de la historia (con más de 35 compositores famosos y muchos intérpretes destacados).

Su reputación como organista y clavecinista era legendaria, con fama en toda Europa. Aparte del órgano y del clavecín, también tocaba el violín y la viola de gamba, además de ser el primer gran improvisador de la música de renombre.

Su fecunda obra es considerada como la cumbre de la música barroca y una de las cimas de la música universal y del pensamiento musical occidental, epicentro de la música occidental, y uno de los grandes pilares de la cultura universal, no sólo por su profundidad intelectual, su perfección técnica y su belleza artística, sino también por la síntesis de los diversos estilos internacionales de su época y del pasado y su incomparable extensión. Bach es el último gran maestro del arte del contrapunto, y su máximo exponente, donde es la fuente de inspiración e influencia para posteriores compositores y músicos desde Mozart pasando por Schoenberg, hasta nuestros días.

Sus obras más importantes están entre las más destacadas y trascendentales de la música clásica y de la música universal. Entre ellas cabe mencionar los Conciertos de Brandeburgo, el Clave bien temperado, la Misa en si menor, la Pasión según San Mateo, El arte de la fuga, La ofrenda musical, las Variaciones Goldberg, la Tocata y fuga en re menor, las Cantatas sacras 80, 140 y 147, el Concierto italiano, la Obertura francesa, las Suites para violonchelo solo, las Sonatas y partitas para violín solo y las Suites orquestales.

Por: Pedro Luis Martin Olivares