Johannes Brahms

Johannes Brahms primeros años de su vida

Ampliamente considerado como uno de los más grandes compositores del siglo XIX y uno de los músicos más destacados de la época romántica, Johannes Brahms nació el 07 de mayo 1833, en Hamburgo, Alemania.

La música se introdujo en su vida a una edad temprana. Su padre era contrabajista en orquestinas callejeras de Hamburgo e impartía clases de solfeo al pequeño Brahms, pronto se daría cuenta de la valía del joven para la música y pondría a Brahms bajo la docencia de Otto Cossel que consiguió que el chico tocara el piano a la temprana edad de 7 años. Cossel hizo salir todo el potencial del chaval, que aprendería rápidamente a tocar el violín, el violonchelo y la trompa.

Al poco tiempo comenzaría a dar clases con Eduard Marscsen sobre teoría musical y piano. Marscsen estaba convencido de que Brahms era algo especial. En 1847, cuando supo de la muerte de Mendelssohn, expresó lo siguiente:

«Ha desaparecido un gran maestro del arte; surge uno más grande con Brahms».

Aprendió tan rápidamente, que pronto comenzaría el mismo a dar clases particulares, y a tocar en los bares, cafés y burdeles del puerto para poder ganarse la vida, además de tocar en alguna banda callejera con su padre.

El mismo diría sobre su juventud:

“Ya entonces componía en secreto, pero únicamente podía hacerlo por la mañana, muy temprano, ya que durante el día tenía que arreglar marchas para las bandas y charangas, y por la noche tocaba en las tabernas”.

Johannes Brahms.

Cuando tenía 16 años conoció al violista húngaro Eduard Reményi, ambos artistas congeniaron a la perfección y no tardaría en formar un dúo y realizar giras por algunas ciudades alemanas. Brahms ganó así una experiencia increíble y conoció un tipo de música que más tarde le sirvió para componer sus famosas Danzas Húngaras. Disponía también de una gran repertorio clásico y pronto demostraría ser un portento de la naturaleza, pues tocaba de memoria, sin partitura, obras de Bach, Beethoven, Mendelssohn, Liszt, etc. Incluso una vez, llegó a transportar toda la Sonata Kreutzer de Beethoven, al darse cuenta que la afinación de su piano estaba medio tono por debajo de la afinación del violín de Reményi. ¡Todo un portento nuestro Brahms!

A la edad de 20 años, Brahms ya había compuesto varias obras importantes para piano, incluso el Scherzo en mi bemol menor, la Sonata para piano en do mayor y la Sonata para piano en fa menor, se trataba de obras serias y densas, carentes de encanto pero llenas de grandeza.

Con algunas cartas de recomendación, en el año 1853, Brahms viaja para conocer a Fran Liszt y Robert Schumann, si bien es cierto que el encuentro con Liszt no fue nada bien, conocer a Shumann fue todo un impulso en su carrera musical. Los dos hombres rápidamente crecieron cerca, Schumann vio en seguida en Brahms una gran esperanza para el futuro de la música. Llamó a Brahms un genio y elogió el «aguilucho» públicamente en un artículo famoso. Las palabras amables rápidamente hicieron del joven compositor una entidad conocida en el mundo de la música.

Pero este mundo de la música también estaba en una encrucijada. Compositores modernistas como Franz Liszt y Richard Wagner, los principales rostros de la «Nueva Escuela Alemana» reprendieron los sonidos más tradicionales de Schumann, y a su vez Brahms reprendía las composiciones de Liszt y Wagner al no respetar las normas de la composición, hasta tal punto que la desaprobación recíproca entre Wagner y Brahms les llevaría a ser enemigos.

En 1854 Schumann cayó enfermo. En una señal de su estrecha amistad con su mentor y su familia, Brahmsayudó a la esposa de Schumann, Clara, con la gestión de sus asuntos domésticos, estando junto a ella incluso cuando Schumann inentara suicidarse. Historiadores de la música creen que Brahms pronto se enamoró de Clara, a pesar de que no parece haber correspondido su admiración. Incluso después de la muerte de Schumann en 1856, los dos fueron solamente amigos.

Por esta época, Liszt que se ufanaba de actuar como protector de los compositores jóvenes, llevó al piano el manuscrito de Brahms y ejecutó inmediatamente el Scherzo en mi bemol menor y parte de la Sonata en do mayor. Al margen de lo que Brahms opinase sobre Liszt como compositor, lo admiraba como pianista, y llegando a decir de él:

«Otros podemos tocar el piano, pero a lo sumo tenemos unos pocos dedos de sus manos».

Johannes Brahms.

En los próximos años, Brahms ocupó varios cargos diferentes, incluyendo un coro de mujeres en Hamburgo, del que fue nombrado director en el 1859, además de continuar componiendo su propia música. Su composición en esta época incluye «String Sextet in B- flat Major»(escúchala pinchando aquí) «Concierto para piano N º 1 en re menor» (escúchala pinchando aquí).

Johannes Brahms en Viena

Si hay algo que no podemos obviar en la biografía de Brahms es su vida en Viena. En 1862, hizo su primera visita a Viena, y en 1863 fue nombrado director de la Singakademie, un grupo coral, donde se concentró en obras a capella históricas y modernas.

En 1868, tras la muerte de su madre, acabó «A German Requiem», una composición basada en textos bíblicos y, a menudo citada como una de las piezas más importantes de la música coral creada en el siglo XIX. La pieza reúne múltiples capas de coro mixto, voces solistas y una orquesta completa. Las composiciones de Brahms de este periodo incluyen valses y dos volúmenes de «Danzas húngaras» para piano a cuatro manos.

Disfrutó de un éxito constante en Viena. A principios de la década de 1870 fue director titular de la Sociedad de Amigos de la Música, llegando a dirigir la Orquesta Filarmónica de Viena durante tres temporadas.

El sucesor de Beethoven, o al menos, era así como se le saludaba, no aceptaba competir con el más grande sinfonista de todos los tiempos, al menos mientras no estuviese seguro de su dominio del medio. «Componer una sinfonía no es broma, ustedes no tienen ni idea de lo que uno siente cuando oye detrás el retumbo de los pasos de un gingante como Beethoven», decía Brahms a los amigos que insistían en que crease una obra de ese género.En 1876, presentó su Primera Sinfonía en la que había trabajado durante años, tras la primera, siguió con otra sinfonía y después con una obra maestra tras otra.

Durante la década de 1880, uno de lo mayores intérpretes de la música de Brahms fue Hans von Bülow, que había asumido la dirección de la Orquesta de Meiningen, con la que realizó constantes giras y en las que siempre incluía la obra de Brahms, un gran amigo para el director. No obstante, la amistad no tardaría en romperse, ya que Brahms llegó a Hamburgo unos días antes del estreno de su 4ª sinfonía y dirigió el estreno arrebatándole la batuta a Bülow, sintiéndose este ofendido e insultado renunció a su cargo como director y se enemistó con el compositor (no sería el único amigo que perdería Brahms por su gran falta de tacto).

Brahms nunca se casaría y viviría en Viena durante el resto de su vida. Después de su intento fallido de hacer de Clara Schumann su amante, pasó a tener una pequeña cadena de relaciones. Incluyendo un romance con Agathe von Siebold en 1858.

Bob Dylan

Uno de los grandes genios musicales del siglo XX y una de las figuras fundamentales para el desarrollo sonoro y lírico de géneros tan diversos como el folk, el blues, el country, e rock o el pop. Su capacidad poética, desplegada desde notorias variantes descriptivas, que impregna una introspección personal con influencias simbolistas y ocasionales trazos de surrealismo; o su mirada incisiva a la sociedad que le rodea sin caer en la banalidad de lo tendencioso y desde un espíritu individualista, ha influenciado sobremanera a todo tipo de generaciones de artistas, deudores de un hombre esencial para entender el tránsito de la música moderna desde una hirviente adolescencia hasta una reflexiva y consciente madurez.

Robert Allen Zimmerman nació el 24 de mayo de 1941 en la localidad de Duluth, Minnesotta (Estados Unidos), pero a temprana edad se mudó a Hibbing, ciudad localizada en su mismo estado de nacimiento. En su temprana adolescencia, comenzó a aficionarse a la música folk, blues, rock’n’roll y country, imitando a sus maestros mientras sus padres atendían la ferretería familiar.

En el instituto, Bob comenzó a tocar la guitarra y formó un grupo llamado The Golden Chords, en donde principalmente interpretaba rock’n’roll al estilo Little Richard, su músico de rock favorito.

Cuando se trasladó a la Universidad de Minnesotta, empezó a expandir su pasión por los estilos tradicionales de la música americana, y creció su devoción por gente como Woody Guthrie (a quien conoció en sus últimos días), Hank Williams o Leadbelly y, adoptando el apellido Dylan, en homenaje a uno de sus poetas preferidos, Dylan Thomas, comenzó a cantar folk, estilo que a comienzos de los años 60 interpretó con su singular voz y su peculiar fraseo en los locales neoyorquinos del Greenwich Village, tras aburrirse del academicismo universitario y abandonar sus estudios de arte. Con anterioridad había adoptado, tras contemplar al bluesman Jesse Fuller en Denver, el soporte para la armónica que le permitía tocar la guitarra al mismo tiempo que el citado instrumento de viento.

En el año 1961 consiguió firmar un contrato discográfico con Columbia y publicar su primer LP titulado simplemente “Bob Dylan” (1962), trabajo repleto de versiones de blues y folk producido por John Hammond Jr. que incluye estupendos temas propios como “Talkin’ New York” o “Song to Woody”.

Ese mismo año, Dylan comenzó a trabajar en su segundo álbum grande que ya iba a ser proveído con profusión por su talento en la escritura con temas tan clásicos como “Blowin’ In The Wind” (versionado con gran éxito por Peter, Paul & Mary), “Masters Of War”, “Don’t Think Twice, It’s All Right”, “I Shall Be Free”, “Girl From The North Country” o “A Hard Rain’s a-Gonna Fall”, todos ellos contenidos en su primera gran obra, “The Freewheelin’ Bob Dylan” (1963), LP con una foto en la portada del compositor junto a su novia (por esos momentos) Suze Rotolo. El disco contiene momentos de acerada crítica social y cortes de tono irónico y amoroso.

En 1964, tras desechar su manager Albert Grossman algunos temas (“Mixed Up Confusion”) de tendencias más rockeras, Dylan publicó “The Times They Are a-Changin’” (1964), álbum que prosiguió su senda político-social con temas como el single homónimo, “With God On Our Side”, ” The Lonesome Death Of Hattie Carroll” o “Boots Of Spanish Leather”.

Otro magistral disco grande titulado “Another Side Of Bob Dylan” (1964), en donde incorporó materias de mayor calado sentimental y elementos de mayor complejidad lírica de ascendencia simbolista, al ser influenciado por el poeta francés Arthur Rimbaud. Las mejores canciones de este LP producido por Tom Wilson son “All I Really Want To Do”, “Spanish Harlem Incident”, “It Ain’t Me Babe”, “Chimes Of Freedom”, “I Don’t Believe You” o “My Back Pages”, temas versionados hasta la saciedad por diferentes grupos y solistas, incluida Joan Baez, intérprete folk que se convirtió en amante y principal fan del cantautor. La relación duró poco, ya que Dylan contrajo su primer matrimonio en 1964 con la modelo Sara Lownds, de quien se divorció en 1977.

Información de: Aloha Criticon

Simón Narciso Díaz Márquez (Tío Simón)

Simón Narciso Díaz Márquez, mejor conocido simplemente como Simón Díaz y por su sobrenombre «Tio Simon», fue un cantautor venezolano ganador del premio Grammy que nació el 08 de agosto de 1928 en Barbacoas, Guarico, Venezuela, y falleció el 19 de febrero de 2014 (a la edad de 85) en Caracas, Venezuela.

Fue el más célebre músico, compositor e intérprete del género popular venezolano y su obra es considerada como uno de los legados más importantes tanto para la música popular venezolana como para el repertorio musical del resto del continente. Conocido mayormente por el rescate de la Tonada Llanera, Simón Díaz, convencido de que la tonada del llano venezolano es un aire musical de características únicas, se dedicó enteramente a difundirla, estudiarla y componerla hasta constituirla en un auténtico género musical en el que han conseguido expresarse grandes artistas como Mercedes Sosa (Argentina), Caetano Veloso, Ivan Lins y Joyce (Brasil), Joan Manuel Serrat (España), Danny Rivera, Ednita Nazario, Cheo Feliciano y Gilberto Santa Rosa (Puerto Rico), Franco De Vita (Venezuela), entre otros. Así mismo, destacados directores y compositores de la música académica han llevado las tonadas de Simón Díaz al lenguaje de la orquesta sinfónica y arreglos corales, sellando de esta manera el carácter universal de este género musical.

Pero los músicos no han sido los únicos atraídos por las tonadas de Simón Díaz, también lo han sido artistas de otras disciplinas como es el caso de la reconocida coreógrafa alemana Pina Bausch, quien incluyó algunas de estas tonadas de Simón Díaz para musicalizar su obra «Nur Du». Por otra parte, el reconocido director de cine Pedro Almodovar también incluyó en la banda sonora de su película «La Flor de mi Secreto», una tonada de Simón Díaz que lleva por nombre «Tonada de Luna Llena», en versión de Caetano Veloso.
Su pasión por el canto y la actuación lo lleva al teatro, el cine y la televisión, proyectándose en los años 60 como uno de las más grandes humoristas de Venezuela y símbolo de las más genuinas expresiones del folklore y la cultura popular.

Junto a Hugo Blanco
En 1963, Simón Díaz conoce al músico, compositor y productor musical Hugo Blanco, quien se convertiría en una figura importante dentro de su carrera musical al firmar su primer contrato discográfico con la empresa El Palacio de la Música. Fue Blanco quien le dio la oportunidad de grabar en el álbum Parranda Criolla los temas Por Elba y Matagente, dos temas de corte humorístico, estilo que marcaría buena parte de su repertorio bajo la producción de Hugo Blanco.

Al año siguiente, sale a la venta su primer álbum como solista, titulado Ya Llegó Simón, donde se incluye el éxito El superbloque, que serviría para afianzar la naciente popularidad del intérprete. En 1966, se publica el disco Caracha Negro, título alusivo a una de sus frases más representativas. De la colaboración entre Díaz y Blanco, surgieron 16 álbumes de larga duración que incluyeron grabaciones en ritmo de salsa y gaitas de corte humorístico.

Incursiones en el cine, la radio y la televisión
Su carrera televisiva comenzó en 1960 con el programa La Quinta de Simón y continuó con espacios tales como Reina por un Día, Criollo y Sabroso, Mi llanero favorito, Venezolanamente, Simón cuenta y canta, Pido la palabra, El Show de Joselo y Simón y Contesta por Tío Simón. En 1978, iniciaría un nuevo espacio en el canal estatal Venezolana de Televisión titulado Las Artes y Los Oficios del cual solo grabó un programa junto al actor y declamador venezolano Oscar Martínez, quien falleció en un accidente una semana después, por lo que el espacio fue cancelado. Su carrera televisiva se extendió hasta los años 1990 con otros programas en los que promovía la música y tradiciones venezolanas. En 1963, Simón Díaz hace su primera aparición en el cine en la cinta Cuentos para mayores, dirigida por Román Chalbaud, a la que seguirían, en participaciones como actor, las producciones Isla de sal (1964), El reportero (1966), La bomba (1975), Fiebre (1976), La invasión (1977) y La empresa perdona un momento de locura (1978), en las cuales los papeles asignados al artista oscilaron entre lo humorístico y lo dramático.

La radio también sirvió para afianzar la popularidad del intérprete. El espacio Media Hora con Joselo y Simón, era una mezcla de música y humor que realizó con su hermano a través de la emisora venezolana Radio Rumbos a las 6:30 de la tarde; allí también presentó Rumbos, Coplas y Canciones el cual se mantuvo durante muchos años al aire con altos índices de sintonía, con la participación de la vocalista Josefina Rodríguez y el músico Vicente Flores, con su conjunto.

Fuente: Buena Música y Wikipedia

Frédéric Chopin

(Fryderyk Franciszek Chopin; Zelazowa Wola, actual Polonia, 1810-París, 1849) Compositor y pianista polaco. Si el piano es el instrumento romántico por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin: en el extremo opuesto del pianismo orquestal de su contemporáneo Liszt -representante de la faceta más extrovertida y apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo-, el compositor polaco exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado. Pocos son los músicos que, a través de la exploración de los recursos tímbricos y dinámicos del piano, han hecho «cantar» al instrumento con la maestría con qué él lo hizo. Y es que el canto constituía precisamente la base, la esencia, de su estilo como intérprete y como compositor.

Hijo de un maestro francés emigrado a Polonia, Chopin fue un niño prodigio que desde los seis años empezó a frecuentar los grandes salones de la aristocracia y la burguesía polacas, donde suscitó el asombro de los asistentes gracias a su sorprendente talento. De esa época datan también sus primeras incursiones en la composición.

Wojciech Zywny fue su primer maestro, al que siguió Jozef Elsner, director de la Escuela de Música de Varsovia. Sus valiosas enseñanzas proporcionaron una sólida base teórica y técnica al talento del muchacho, quien desde 1829 emprendió su carrera profesional como solista con una serie de conciertos en Viena.

El fracaso de la revolución polaca de 1830 contra el poder ruso provocó su exilio en Francia, donde muy pronto se dio a conocer como pianista y compositor, hasta convertirse en el favorito de los grandes salones parisinos. En ellos conoció a algunos de los mejores compositores de su tiempo, como Berlioz, Rossini, Cherubini y Bellini, y también, en 1836, a la que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la escritora George Sand.

Por su índole novelesco y lo incompatible de los caracteres de uno y otro, su relación se ha prestado a infinidad de interpretaciones. Se separaron en 1847. Para entonces Chopin se hallaba gravemente afectado por la tuberculosis que apenas dos años más tarde lo llevaría a la tumba. En 1848 realizó aún una última gira de conciertos por Inglaterra y Escocia, que se saldó con un extraordinario éxito.

Excepto los dos juveniles conciertos para piano y alguna otra obra concertante (Fantasía sobre aires polacos Op. 13, Krakowiak Op. 14) o camerística (Sonata para violoncelo y piano), toda la producción de Chopin está dirigida a su instrumento musical, el piano, del que fue un virtuoso incomparable. Sin embargo, su música dista de ser un mero vehículo de lucimiento para este mismo virtuosismo: en sus composiciones hay mucho de la tradición clásica, de Mozart y Beethoven, y también algo de Bach, lo que confiere a sus obras una envergadura técnica y formal que no se encuentra en otros compositores contemporáneos, más afectos a la estética de salón.

La melodía de los operistas italianos, con Bellini en primer lugar, y el folclor de su tierra natal polaca, evidente en sus series de mazurcas y polonesas, son otras influencias que otorgan a su música su peculiar e inimitable fisonomía.

A todo ello hay que añadir la propia personalidad del músico, que si bien en una primera etapa cultivó las formas clásicas (Sonata núm. 1, los dos conciertos para piano), a partir de mediados de la década de 1830 prefirió otras formas más libres y simples, como los impromptus, preludios, fantasías, scherzi y danzas.

Son obras éstas tan brillantes -si no más- como las de sus predecesores John Field y Carl Maria von Weber, pero que no buscan tanto la brillantez en sí misma como la expresión de un ideal secreto; música de salón que sobrepasa los criterios estéticos de un momento histórico determinado. Sus poéticos nocturnos constituyen una excelente prueba de ello: de exquisito refinamiento expresivo, tienen una calidad lírica difícilmente explicable con palabras.

Información de biografiasyvidas.com

Robert Schumann

Robert Schumann (Zwickau, 8 de junio de 1810 – Endenich, hoy en día Bonn, 29 de julio de 1856) fue un compositor y crítico musical alemán del siglo XIX. Es considerado uno de los más grandes y representativos compositores del Romanticismo musical.

Su vida y obra reflejan en su máxima expresión la naturaleza del Romanticismo: pasión, drama y alegría. En sus obras, de gran intensidad lírica, confluyen una notable complejidad musical con la íntima unión de música y texto.

Su nombre completo era Robert Alexander Schumann.1 Nació en la ciudad alemana de Zwickau, en el actual estado federal de Sajonia. De niño Schumann ya puso de manifiesto sus dotes musicales. Su padre, de profesión editor, le apoyó y le procuró un profesor de piano. A los siete años Schumann compuso sus primeras piezas musicales.

Así, en esa etapa de su vida no sólo componía obras musicales, sino que también redactaba ensayos y poemas, y de hecho el joven Schumann se identifica tanto con la literatura como con la música. A los 14 años escribe un ensayo sobre la estética de la música. Ya desde que estudiaba en el colegio absorbe la obra de Schiller, Goethe, Lord Byron, así como los dramaturgos de la Grecia Clásica; pero la influencia literaria más poderosa y permanente es sin duda la de Johann Paul Friedrich Richter. Tal influencia puede apreciarse en sus novelas de juventud, «Juniusabende» y «Selene», de las cuales sólo la primera fue concluida (1826).

Su interés por la música había sido estimulado desde niño al escuchar tocar a Ignaz Moscheles en Carlsbad, y en 1827 a través de las obras de Franz Schubert y Felix Mendelssohn.

Su padre, que tanto había fomentado la educación de Robert como pianista y escritor, fallece en 1826;2 su madre no aprueba la dedicación a la carrera musical y en 1828 lo envía a estudiar Derecho a la Universidad de Leipzig. Pero no tardó en abandonar los estudios para consagrarse enteramente a la música.

El abandono de la carrera de concertista[editar]
Hacia 1830, Schumann deseaba por encima de todo convertirse en un virtuoso y admiraba la ejecución de los más renombrados concertistas de su época, como el celebérrimo violinista Niccolò Paganini, a quien escuchó en Fráncfort del Meno en la Semana Santa de 1830, y al también celebérrimo pianista Franz Liszt. Por tanto, el joven Schumann, de innegable talento como pianista, se empleó a fondo en perfeccionar su técnica de teclado, inventó un aparato por el cual conseguiría más control y agilidad en su cuarto dedo de la mano derecha; sin embargo cuando se lo quitó, su dedo estaba totalmente inutilizado, lo que le obligaría a abandonar su carrera como pianista y convertirse finalmente en uno de los más reconocidos compositores de su siglo.

Entre sus amigos se encontraba Friedrich Wieck (padre de Clara, su futura esposa), notable pedagogo musical, que le dio lecciones. Después de abandonar a Wieck prosiguió solo estudiando piano. Existen varias fuentes que difieren respecto a cómo dañó Schumann su mano derecha en 1830, siendo la más popular la de que para fortalecer el dedo anular ideó un aparato que de hecho lo inutilizó casi completamente (la musculatura del dedo anular está conectada al dedo corazón, convirtiéndolo en el dedo más débil). Otras fuentes citan una cirugía fallida, y otras los efectos secundarios de la medicación a base del tóxico mercurio para la sífilis. De cualquier modo, las esperanzas de Robert Schumann de emular a los virtuosos, o tan siquiera de llegar a destacar como concertista, se desvanecieron.

Desde su adolescencia Schumann había compaginado sus diversas actividades y estudios con la composición y ya había creado obras importantes, sobre todo para piano, pero también sinfónicas y de cámara. Desde ese momento se entrega con pasión a la composición, comienza a estudiar teoría con Heinrich Dorn, director de la ópera de Leipzig.

Compositor y crítico[editar]

Schumann en 1839.
En paralelo a su nueva actividad como compositor, iniciaba su obra de crítico musical, que generó una abundante producción literaria. Su excepcional formación y aptitud literaria se plasmaban en críticas musicales, en las que, a través de personajes imaginarios, profundizaba en las obras de sus contemporáneos. Un famoso ejemplo es su ensayo sobre las variaciones de Chopin sobre un tema de Don Juan, que apareció en el Allgemeine Musikalische Zeitung en 1831.

Su Opus 2 Papillons (Fr., «Mariposas») escrito en 1831 es otro ejemplo excepcional de la fusión entre literatura y composición musical de Schumann. Se trata de una composición para piano, que consta de varias escenas de danza inspiradas en una fiesta de disfraces. Cada danza trata de retratar a diferentes personajes y no guardan relación entre sí, excepto la última. Según escribiría el propio Schumann, está inspirada en la última escena de la obra Flegeljahre de Johann Paul Friedrich Richter y mezcla el carácter festivo con un extraordinario sentimiento melancólico.

La muerte en 1833 de su cuñada Rosalie y de su hermano Julius le causaron una crisis nerviosa. Las crisis, depresiones, periodos de reclusión completa etc. fueron frecuentes en la vida de Schumann y se acentuaron a partir de 1834, continuando en aumento hasta su muerte (incluso llegando a escuchar voces y experimentar alucinaciones). Este declive psíquico se relacionó inicialmente por los historiadores del siglo XIX con la sífilis (o con el desastroso tratamiento médico a base de mercurio, habitual en la época y casi peor que la enfermedad en sí), pero la posibilidad ha sido descartada debido a que los síntomas de desequilibrio mental de Robert Schumann ya eran evidentes desde su juventud, antes de que cualquier síntoma de la sífilis pudiera haberse manifestado. La teoría más aceptada actualmente es que padecía de trastorno bipolar (enfermedad maníaco-depresiva). Pero la gran intensidad creativa de Schumann se concentraba en sus periodos de lucidez, de forma admirable. Tan pronto como se restablecía de un período de enfermedad, se entregaba frenéticamente a la composición, trabajando de modo incansable. No sólo escribía las melodías principales ni se limitaba a las obras para piano, sino que pese a estar en un estado físico y mental muy degradado, escribía la instrumentación sinfónica completa de todas sus obras, hasta la extenuación.

Tras recobrarse de esta crisis, en 1834 fundaría la revista Neue Leipziger Zeitschrift für Musik, abanderada de las nuevas corrientes musicales defendidas por La Cofradía de David, que dirigió hasta el fin de su vida. Es en esta publicación donde da rienda suelta a su crítica musical, considerada en aquella época como excéntrica, pero que hoy día etiquetaríamos como visionaria. A principios del siglo XIX, compositores como Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven y Carl Maria von Weber eran vistos como figuras menores[cita requerida], por lo que se consideró una excentricidad que Schumann los elevara como grandes compositores, por no hablar de su aprecio a figuras contemporáneas, como Chopin o Héctor Berlioz. En esta nueva publicación, hizo todo esto y mucho más.

En el verano de 1834 se enamora de Ernestine von Fricken, una chica de 16 años con quien mantendría una breve relación que él mismo rompería al acabar el año. Es durante este flirteo cuando compone su obra más aclamada, Op. 9, Carnaval. Se trata de variaciones sobre las notas que componen la palabra Asch (pueblo natal de Ernestine) en la notación musical alemana. También son las letras con alguna nota equivalente en el propio apellido de Schumann. Cada variación comienza con esas notas y, más que nunca, Schumann emplea para la composición la ilustración musical de una historia, con personajes y guion bien definidos. Además consolida el formato de composición que ya inició en Papillons, creando temas muy breves y generalmente no relacionados entre sí, aunque estén inspirados en la misma escena literaria. La mayoría de las composiciones para piano de Schumann están formadas por movimientos que duran pocos minutos, o incluso menos de un minuto.

Conoció personalmente a Mendelssohn en casa de Friedrich Wieck en el año 1835 y le mostró su admiración; poco después conocería a Chopin. Durante toda su vida Schumann mostró hacia sus compañeros músicos una amistad sincera y una actitud de crítica constructiva, libre de rivalidades, algo poco frecuente en un crítico musical que también es compositor. Esta actitud abierta y generosa le permitió ser el «descubridor» de Johannes Brahms cuando éste sólo era un joven y desconocido pianista de 20 años. Brahms se convirtió en íntimo amigo de Schumann (y de su esposa Clara Wieck, especialmente en los años en los que la enfermedad de Schumann se agravó) y se vio claramente influido por su música.

Información de WikiPedia

Wolfgang Amadeus Mozart

Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozarta (Salzburgo, 27 de enero de 1756-Viena, 5 de diciembre de 1791), más conocido como Wolfgang Amadeus Mozart, fue un compositor y pianista austriaco, maestro del Clasicismo, considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia.

La obra mozartiana abarca todos los géneros musicales de su época e incluye más de seiscientas creaciones, en su mayoría reconocidas como obras maestras de la música sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral, logrando una popularidad y difusión internacional.

En su niñez más temprana en Salzburgo, Mozart mostró una capacidad prodigiosa en el dominio de instrumentos de teclado y del violín. Con tan solo cinco años ya componía obras musicales y sus interpretaciones eran del aprecio de la aristocracia y realeza europea. A los diecisiete años fue contratado como músico en la corte de Salzburgo, pero su inquietud le llevó a viajar en busca de una mejor posición, siempre componiendo de forma prolífica. Durante su visita a Viena en 1781, tras ser despedido de su puesto en la corte, decidió instalarse en esta ciudad donde alcanzó la fama que mantuvo el resto de su vida, a pesar de pasar por situaciones financieras difíciles. En sus años finales, compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas, así como su Réquiem. Las circunstancias de su temprana muerte han sido objeto de numerosas especulaciones y elevadas a la categoría de mito.

En palabras de críticos de música como Nicholas Till, Mozart siempre aprendía vorazmente de otros músicos y desarrolló un esplendor y una madurez de estilo que abarcó desde la luz y la elegancia, a la oscuridad y la pasión —todo bien fundado por una visión de la humanidad «redimida por el arte, perdonada y reconciliada con la naturaleza y lo absoluto»—.1 Su influencia en toda la música occidental posterior es profunda; Ludwig van Beethoven escribió sus primeras composiciones a la sombra de Mozart, de quien Joseph Haydn escribió que «la posteridad no verá tal talento otra vez en cien años»

Información de WikiPedia

Ludwig van Beethoven

(Bonn, actualmente Alemania, 1770 – Viena, 1827) Compositor alemán. Nacido en el seno de una familia de origen flamenco, su padre, ante las evidentes cualidades para la música que demostraba el pequeño Ludwig, intentó hacer de él un segundo Mozart, aunque con escaso éxito.

La verdadera vocación musical de Beethoven no comenzó en realidad hasta 1779, cuando entró en contacto con el organista Christian Gottlob Neefe, quien se convirtió en su maestro. Él fue, por ejemplo, quien le introdujo en el estudio de Johann Sebastian Bach, músico al que Beethoven siempre profesaría una profunda devoción.

Miembro de la orquesta de la corte de Bonn desde 1783, en 1787 Ludwig van Beethoven realizó un primer viaje a Viena con el propósito de recibir clases de Mozart. Sin embargo, la enfermedad y el posterior deceso de su madre le obligaron a regresar a su ciudad natal pocas semanas después de su llegada.

En 1792 Beethoven viajó de nuevo a la capital austriaca para trabajar con Haydn y Antonio Salieri, y se dio a conocer como compositor y pianista en un concierto que tuvo lugar en 1795 con gran éxito. Su carrera como intérprete quedó bruscamente interrumpida a consecuencia de la sordera que comenzó a afectarle a partir de 1796 y que desde 1815 le privó por completo de la facultad auditiva.

Los últimos años de la vida de Beethoven estuvieron marcados también por la soledad y una progresiva introspección, pese a lo cual prosiguió su labor compositiva, e incluso fue la época en que creó sus obras más impresionantes y avanzadas.

Obras de Ludwig van Beethoven

La tradición divide la carrera de Beethoven en tres grandes períodos creativos o estilos, y si bien el uso los ha convertido en tópicos, no por ello resultan menos útiles a la hora de encuadrar su legado.

La primera época abarca las composiciones escritas hasta 1800, caracterizadas por seguir de cerca el modelo establecido por Mozart y Joseph Haydn y el clasicismo en general, sin excesivas innovaciones o rasgos personales. A este período pertenecen obras como el célebre Septimino o sus dos primeros conciertos para piano.

Una segunda manera o estilo abarca desde 1801 hasta 1814, período este que puede considerarse de madurez, con obras plenamente originales en las que Ludwig van Beethoven hace gala de un dominio absoluto de la forma y la expresión (la ópera Fidelio, sus ocho primeras sinfonías, sus tres últimos conciertos para piano, el Concierto para violín).

La tercera etapa comprende hasta la muerte del músico y está dominada por sus obras más innovadoras y personales, incomprendidas en su tiempo por la novedad de su lenguaje armónico y su forma poco convencional; la Sinfonía n.º 9, la Missa solemnis y los últimos cuartetos de cuerda y sonatas para piano representan la culminación de este período y del estilo de Ludwig van Beethoven.

Extraído de Biografias y Vidas

Richard Strauss

Richard Strauss fue un compositor alemán nacido en Munich en el año 1864 y falleció en Garmisch-Partenkirchen en 1949. Ocupa un lugar de gran relieve en la historia musical de nuestro tiempo, en la que representa las postreras ramificaciones del romanticismo. Hijo de un solista de la orquesta de la ópera de Munich, empezó a aprender música a los cuatro años de edad. A los siete años escribía sus primeras composiciones. En 1875 tomó sus primeras lecciones de composición de W. Meyer. Desde 1874 a 1882 cursó la segunda enseñanza y luego se matriculó en la Universidad.

Hans von Bülow le llamó en 1885 para colaborar con él en la dirección del teatro de corte de Meiningen. Allí trabó amistad con A. Ritter, que ejerció una influencia decisiva en el joven músico y le convirtió al arte de Liszt y de Wagner. En 1886, después de un viaje a Italia, Strauss fue nombrado director adjunto de la ópera de Munich. Durante aquellos años compuso numerosos lieder y los poemas sinfónicos Macbeth y Don Juan. De 1889 a 1894 fue director de orquesta en el teatro de Weimar; de esta época datan el poema sinfónico Muerte y transfiguración y su primera obra teatral: Guntram.

Después de viajar por Grecia, Egipto y Sicilia (1892-93), Strauss fue sucesivamente director de la Ópera de Munich y de la de Berlín (1898-1919). Sus notables poemas sinfónicos ya le habían dado celebridad cuando afirmó con Salomé su concepción “sinfónica” de la obra teatral, que ilustró con producciones posteriores. Strauss, que como director de orquesta triunfó en las grandes capitales del mundo entero, fue codirector de la ópera de Viena desde 1919 a 1924. Pasó sus últimos años en Garmisch, donde murió.

 

Johann Sebastian Bach

Johann Sebastian Bach (IPA /joˈhan/ o /ˈjoːhan zeˈbastjan ˈbax/ en alemán) (Eisenach, Turingia, 21 de marzo de 1685 – Leipzig, 28 de julio de 1750) fue un organista, clavecinista y compositor alemán de música del Barroco, miembro de una de las familias de músicos más extraordinarias de la historia (con más de 35 compositores famosos y muchos intérpretes destacados).

Su reputación como organista y clavecinista era legendaria, con fama en toda Europa. Aparte del órgano y del clavecín, también tocaba el violín y la viola de gamba, además de ser el primer gran improvisador de la música de renombre.

Su fecunda obra es considerada como la cumbre de la música barroca y una de las cimas de la música universal y del pensamiento musical occidental, epicentro de la música occidental, y uno de los grandes pilares de la cultura universal, no sólo por su profundidad intelectual, su perfección técnica y su belleza artística, sino también por la síntesis de los diversos estilos internacionales de su época y del pasado y su incomparable extensión. Bach es el último gran maestro del arte del contrapunto, y su máximo exponente, donde es la fuente de inspiración e influencia para posteriores compositores y músicos desde Mozart pasando por Schoenberg, hasta nuestros días.

Sus obras más importantes están entre las más destacadas y trascendentales de la música clásica y de la música universal. Entre ellas cabe mencionar los Conciertos de Brandeburgo, el Clave bien temperado, la Misa en si menor, la Pasión según San Mateo, El arte de la fuga, La ofrenda musical, las Variaciones Goldberg, la Tocata y fuga en re menor, las Cantatas sacras 80, 140 y 147, el Concierto italiano, la Obertura francesa, las Suites para violonchelo solo, las Sonatas y partitas para violín solo y las Suites orquestales.

Por: Pedro Luis Martin Olivares